BAÑANDO A NUESTRO GATO

Bañar a los gatos por mucho tiempo encerró bastantes mitos. Muchos creían que los gatos no debían ser bañados, ya que los felinos son muy limpios y además de que ellos mismos realizan su propio aseo. Pero aún así se recomienda que los gatos deban ser bañados, ya que al ser nuestras mascotas son animales que necesitan cuidados especiales y mucha dedicación a la hora del baño.
Normalmente nos preguntas a partir de cuándo y con qué frecuencia lo debemos hacer. Cuando ha llegado un gatito pequeño a vivir a nuestro hogar, al verlo tan pequeño y frágil es natural que nos preocupemos por estos detalles ya que podríamos incurrir en errores que pueden dañar la salud del pequeño.
Los gatos se pueden bañar a partir de los 2 o 3 meses de edad, antes podría resultar peligroso para su salud debido a que son todavía frágiles y se pueden resfriar fácilmente, por lo tanto requiere mucho cuidado a la hora de bañarlos. Para mantenerlo limpio antes de los 2 meses sin necesidad de llegar a bañarlo, podemos usar toallitas húmedas para limpiarlos, tené en cuenta que cuando son muy pequeños debería estar bajo el cuidado de su madre, quien es la encargada de realizarles la limpieza mediante el lamido.
Los gatos pueden ser bañados una vez por semana o 10 días en temporadas calurosas como el verano, pero en invierno debe hacerse solo una vez por mes y solo si el animalito lo necesita porque está mal oloroso.
Los gatos son muchos más sensibles que los perros ya que sus anatomía esta mucho más enervada y esto los hacen unos animales súper sensibles y casi nunca gustan del agua y de los baños. Es por ello que se debe usar agua tibia a la hora del baño, tampoco le gustará, pero con el tiempo aprenderá a tolerar el baño como algo normal.
Si es su primer baño no usaremos ningún tipo de shampoo, solo lo mojaremos, lo masajearemos e iremos conociendo sus reacciones, si se pone agresivo trataremos de secarlo un poco y lo dejaremos ir, luego en un par de semanas lo volveremos a intentar.
No solo debemos pensar en nuestro gato sino en nosotros, y una forma de protegernos de sus arañazos es usar ropa con mangas largas que por lo menos protejan nuestros brazos y pecho.
Entre las precauciones que debemos tener para bañarlos, es muy importante colocar tapones de algodón en sus oídos antes de comenzar el baño, esto lo hacemos para evitar que penetre el agua en ellos y sufra futuras infecciones en los oídos.
También recordá que no todos los gatos tienen el mismo pelo, así que hay que asesorarse respecto a que champú debemos utilizar y si es necesario acondicionador si tu gato es de pelo largo.
Si es invierno además de secarlo con una toalla, ayudate con un secador de pelo, eso sí el ruido de este aparato puede asustar al gato, así que hágalo con sumo cuidado y evitá poner la secadora muy cerca a su pelaje.
Otro secreto es colocar un trapo o una toalla dentro de la bañera a modo de piso, así el gato clavará su uñas en ella instintivamente y no se hará daño a él ni a vos al bañarlo. Siempre comenzó por la parte inferior y subí de poco hacia arriba, así el gatito tomará confianza.
El estrés es un factor importante a considerar en la salud de nuestro gato, por ello si es la primera vez que lo bañas trata de no mojarle la cara directamente, mojale el cuerpo y la zona de la cara podes limpiarla con una toalla húmeda para retirar lagañas y suciedad que pudiera tener cerca de su boca.
Paulatinamente se irá acostumbrando hasta que el acto del baño sea parte de su rutina habitual.

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