La alimentación de nuestras mascotas es un tema muy importante durante toda su vida, pero adquiere aún más relevancia cuando en casa tenemos a una perrita embarazada. A partir de este momento, hay que tener en cuenta no solo las necesidades de la madre sino también la de los futuros cachorros que crecen en su interior.
Entre un 20% y un 30% de las perras embarazadas sufren abortos espontáneos y uno de los principales motivos es una mala alimentación. Una perra en estado, necesita ingerir una cantidad de nutrientes adecuada para el correcto desarrollo de las crías y se tendrá que e ir incrementando paulatinamente la cantidad de comida a medida que avanza la gestación.
El embarazo de los perros dura entre 59 Y 62 días y, durante ese período, las necesidades alimenticias de nuestra mascota tendrán que ir variando para ajustarse a sus necesidades reales y a los cambios que su cuerpo irá experimentando. Los cachorros crecen en el cuerpo de la futura mamá y ella cada vez necesita más nutrientes y calorías.
En esta etapa es fundamental que la alimentación de nuestra perra sea de alta calidad y libre de conservantes y colorantes. Debemos alejar de su dieta cualquier alimento que pueda dificultar su digestión.
Los perros tienen un sistema digestivo distinto al nuestro así que, si realmente queremos darles la mejor opción de alimentación, siempre tendrá que ser la preparada expresamente para ellos, por profesionales que conocen las particularidades del organismo animal.
Durante las primeras semanas la alimentación de la perra embarazada ha de ser la habitual, en función de su raza y tamaño. Tené en cuenta que las perras también sufren los típicos vómitos de las embarazadas así que no debemos extrañarnos que durante la tercera y cuarta semana de gestación pierdan un poco el apetito. Para evitar las náuseas, es recomendable que le demos la comida en raciones pequeñas y de forma repetida a lo largo del día. Esto le ayudará a alimentarse sin sentir tantas nauseas.
La ingesta de comida de la perra debe aumentar al ritmo que crecen los futuros cachorros. Una hembra que espera, por ejemplo, cuatro cachorros debe incrementar la ingesta de comida un 5% cada semana. De esta forma, cuando nuestra mascota esté de nueve semanas, necesitará comer una cuarta parte más de lo que comía antes de quedarse embarazada.
A medida que se acerca el momento del parto, es posible que la perra pierda su apetito.
¿Por qué debo alimentar a mi perra con comida para cachorros durante la gestación?
La perra gestante necesita proteínas extra y mucha energía para atravesar esta fase tan exigente de su vida, así que lo ideal es utilizar comida específica para cachorros durante esta etapa. Este tipo de alimentación es más rica en nutrientes fundamentales, tiene muchas proteínas y da a la perra y a los cachorros que tiene dentro la energía que necesitan. Unas necesidades extra de proteínas que no acabarán con el embarazo, sino que deberán alargarse hasta el destete de los cachorros. Además, es más fácil de digerir, por lo que alimentar a tu perra con una fórmula específica para cachorros desde la semana 3-4 de gestación la ayudará a mantenerse fuerte, y a pasar los nutrientes a sus cachorros a través de la leche materna. .
Tené en cuenta también que la comida balanceada seca contiene mayor número de calorías que la comida húmeda. Así que, si la dieta de tu perra consiste únicamente en comida húmeda, PENSÁ en darle de comer más veces (o raciones más grandes) para asegurarte de que obtenga la energía que necesita.
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