El American Pitbull Terrier es un perro de presa. Este animal ganó su nombre entre los años 1700 y 1800, cuando se cruzaron las razas del bulldog y la del terrier y, como resultado, nació el híbrido pitbull terrier. Fue creado con fines de pelea y de ataque a animales de gran porte. Como toda raza de presa necesita desenvolver la mordida que trae incorporada genéticamente. Hay que enseñarle a morder cierto tipo de objetos como mordillos, juguetes, pelotas… Se trata de enfocar al perro en una presa (artificial) específica.
Tienen un aspecto intimidante y, a la hora de bautizarlos, la gente suele elegirles nombres que potencian esa imagen, como Killer (asesino) o Tyson. La mala reputación que tiene en la actualidad el American Pitbull Terrier se debe a diversas razones, entre ellas, la existencia de gente inescrupulosa que ante la fama de la raza se dedicó a criar perros indiscriminadamente sin ningún tipo de selección. También a los dueños desinformados y en algunos casos absolutamente irresponsables, que desconocen las características de este perro de presa y lo crían sin desarrollar su rasgo específico, que es la permanente necesidad de morder. El resultado de esto fue la aparición de animales desequilibrados, ya sea por causas genéticas o por causas ambientales, de los que suelen hacerse eco los medios de prensa transformando al pitbull en un perro terriblemente peligroso.
El pitbull no es para cualquiera. Puede integrarse a una familia con niños o con otros perros, pero siempre y cuando sea bien socializado y jerarquizado. En otras palabras, esta raza necesita de dueños capaces de ejercer una tenencia responsable».
Si bien es cierto que el instinto no se puede eliminar, sí se lo puede direccionar hacia otro punto. Entonces un perro de presa puede socializar y jugar con otros perros sin problemas.
El pitbull es una raza que necesita mucho espacio para moverse. Si está en un campo o una quinta mucho mejor. Jamás debe permanecer atado con una cadena en un pequeño espacio esto hace que su instinto se potencie.
El adiestramiento especializado también es útil en este sentido, ya que le aporta a la crianza ejercicios básicos de gran firmeza y de mucha especificación que ayudan a controlar al perro.
Se le enseña a responder a ciertas órdenes y a mejorar su conducta.
El dueño de un pitbull debe tener obligatoriamente ciertas características: «Ante todo, debe ser una persona con carácter. Esto es fundamental porque estamos hablando de una raza fuerte. Segundo, debe tener tiempo porque, si bien todos los perros necesitan dedicación, el pitbull exige rutinas que no se pueden reemplazar.
Finalmente, debe asumir que el perro es para toda la vida. Es muy común que la gente se enamore de los pitbulls cuando son cachorros, pero al adoptarlo hay que tener en cuenta que son perros que viven de 15 a 19 años. Los problemas suelen aparecer a partir de los 7 años y la solución que encuentran los dueños irresponsables es abandonarlos o regalarlos.
Alejandro Flores , un reconocido adiestrador Salteño remarcó que el pitbull puede volverse impredecible cuando es producto de malas cruzas. “Se obtienen camadas de forma indiscriminada y entonces la raza se abre y pierde su trabajo específico. Se podría decir que se genera una confusión en la cabeza del perro. Por ende no va a saber resolver ciertas situaciones.
Otro error es no establecer jerarquías claras dentro de la casa. Esa es la razón por la cual muchas veces escuchamos decir: “Dormía adentro y comía de mi mano y un día de pronto me mordió”. “Cuando no existe una armonía en la estructura jerárquica de la casa, el perro toma el lugar de Alfa, es decir de líder. Y si de repente el animal percibe que esa jerarquía donde él manda se altera, reacciona de la única manera que sabe hacerlo: mordiendo. Lo hace a manera de reprimenda”, ejemplificó el adiestrador.



LA SELECCION DE LOS EJEMPLARES EN LA CRIANZA ES UN FACTOR PREPONDERANTE A LA HORA DE REPRODUCIRLOS EN FORMA CONSCIENTE.