El GATO SIAMES es sin lugar a dudas uno de los ejemplares felinos más hermosos del mundo, no solo por el color exótico de su pelaje sino también por sus hermosos ojos color de cielo.
El gato siamés es una raza que proviene de Siam, precisamente en Tailandia; fue en 1880 cuando los primeros ejemplares fueron llevados a Inglaterra y luego, en 1890 se hicieron presentes por primera vez en Estados Unidos. Existe una pequeña historia con respecto al gato siamés, se dice que los gatos siameses eran difíciles de conseguir y sólo se obtenían como regalo hacia un favor del Rey de Siam; así es como la raza se mantuvo durante mucho tiempo en el palacio de dicho rey. El primer siamés que se hizo presente en Inglaterra fue justamente obsequio de dicho Rey de Siam a un embajador británico; donde fueron exhibidos por primera vez en el Palacio de Cristal en 1871; allí nacía una raza que sería partícipe de shows y competencias en todo el mundo hasta la actualidad
El peso de un gato siamés varía entre los 4 y 5 kg en el macho, mientras que la hembra pesa entre 2,5 kg y 3 kg; este gato de tipo oriental es estilizado y posee extremidades largas. Su cabeza es de forma triangular y sus orejas son grandes y terminan en punta; la nariz es larga mientras que su pelo es corto y suave. Los ojos del gato siamés son, en la mayoría de los casos azul pero la intensidad del color varía dependiendo de la especie.
El color del manto está regido por el gen CS el cual hace que la coloración sea más oscura en los puntos donde la temperatura del animal es menor (cola, orejas y cara); el resto del cuerpo suele tener un color beige, casi blanco.
Existen variaciones en su pelaje muy diferentes Seal point (marrón oscuro), Chocolate point (marrón claro), Cream point (naranja claro), Red Point (naranja oscuro), Blue Point (gris oscuro) y Lilac Point (gris claro).
Como la mayoría de los felinos, es un animal independiente, pero muy fiel a su amo, pero lejos estará siempre de ser sometidos. El comportamiento de esta raza está íntimamente ligado al de los seres humanos ya que son mascotas muy afectuosas; son sociables lo que hace que siempre estén predispuestos a conocer nuevas personas.
La curiosidad es una de las principales cualidades, es por ello que lo más probable, cuando nos topemos con alguno de ellos, éste seguramente estará investigando todos los rincones o los cambios que se hayan producido en su casa.
Una de las ventajas del gato siamés es su pelaje, como el pelo es corto, no requiere de constantes cepillados, es una raza que adora estar con sus amos, posee un carácter limpio y curioso. La desventaja más visible es su tendencia al estrabismo; a su vez, el maullido en época de celo suele ser irritante para muchos.
El gato siamés es una de las mascotas elegidas por excelencia debido a que, es una de las especies más fieles a sus amos; es limpio por naturaleza, son animales muy meticulosos en cuanto a su higiene, dedican entre 5 y 10 minutos en lavar todo su cuerpo con ayuda de su lengua; no es extraño ver cómo muchos de los gatos siameses se asean recíprocamente demostrando sus vínculos estrechos.
Duerme más de 16 horas diarias y se despabila a la primera hora de la mañana y al atardecer; otra de las características positivas de esta raza es que no abandona su hogar, siempre trata de regresar.
El siamés es muy territorial y adora el sitio en donde desarrolla su vida porque éste representa su refugio; no acepta inmediatamente los cambios de residencia, cuando esto sucede puede notárselo en un estado depresivo leve.
Suelen ronronear más de la cuenta, este sonido es suave y suele emitirse cuando el gato se encuentra en un estado de felicidad o se siente tranquilo; no es un animal agresivo pero siempre que se sienta amenazado tratará de defenderse.
Esta raza antigua es capaz de comunicarse como ninguna otra, ellos hablan con su voz y su cuerpo, la voz siamesa es legendaria y se los tilda como “adictos a los humanos” debido a que podrían permanecer en su falda, subidos a sus hombros, en su cama o mientras vos cocinas.
Los expertos afirman que tener un gato siamés te cambia la vida, mucha gente que nunca tuvo un felino y que, de alguna manera, no son afectos a tener felinos, cuando se cruzan con un siamés, éste logra cambiar los aspectos negativos.
Es divertido, extrovertido, fiel, cariñoso, un compañero inseparable; los que han tenido la oportunidad de tener uno saben que es un “perro con piel de gato”. Son capaces de salir a pasear en auto o con un pretal por la vereda; se caracterizan por aprender trucos con mucha facilidad y siempre traen a nuestras vidas sorpresas nuevas.
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