Los gatos son más sensibles a los cambios de temperatura que nosotros, por eso es normal que durante los fríos días de invierno notemos a nuestro gato escondido entre mantas o cerca del radiador. Ellos tienen un mecanismo natural de renovación o muda de pelaje que les ayuda a preparar su pelo para estar más protegido del frio.
Hay gatos más sensibles y por ende necesitan más atenciones:
1 -Razas como el Siamés y otras razas como el gato Esfinge van a necesitar más abrigo que los que tienen una protección natural con más pelo. Una manta en un lugar a salvo de corrientes y en una zona cálida en casa será ideal para ellos.
2 -Los gatitos tienen un sistema inmune por desarrollar y están más expuestos a enfermedades; hay que darles una alimentación especial para ellos y cuidarlos siempre del frío.
3 -Otro grupo son los de la tercera edad, que tienen las tienen las defensas más debilitadas y soportan mucho menos el frío.
4- Un felino enfermo, que como nosotras las personas tienen también sus defensas bajas y están más expuestos a complicarse si no le propinamos un ambiente cálido y resguardado de las corrientes de aire.
Ellos también pueden resfriarse fácilmente, es fácil darse cuenta: ojos llorosos, estornudos, mucosidad, apatía…todos estos síntomas requieren de llevarlos al veterinario para evitar complicaciones que puedan afectar sus pulmones y el aparato respiratorio.
Si nuestro gato es un aventurero y le gusta salir de casa también en invierno, puede que un día de nieve o intenso frío pueda sufrir una hipotermia. Si esto ocurre hay que actuar con rapidez, abrigarle con una manta, frotar con energía su cuerpo y acercarle alguna fuente de calor como una bolsa de agua caliente.
Un gato mantiene una temperatura corporal constante de 38 grados.
El cuerpo del gato, al sufrir esta bajada de temperatura, comenzará a quemar sus fuentes de energía para mantener esa temperatura corporal y por lo tanto bajará su nivel de azúcar.
Cuando permanecen en invierno más tiempo de la cuenta fuera de casa, o se moje y no se seque en condiciones, o simplemente esté en un ambiente frío y húmedo, es un gato que puede entrar en hipotermia.
Los síntomas visibles que nos alarmará frente a un caso de hipotermia es que el gato comenzará a temblar, se desorientará o se quedará aletargado. Por debajo de los 36 grados de temperatura ya comienzan éstos síntomas y requiere de una atención inmediata porque puede llegar a morir.
Si nuestro gato se ha mojado, ya sea porque ha estado en la calle y ha comenzado a llover o bien porque se nos ha mojado accidentalmente, hay que secarlo de inmediato usando toallas secas hasta que esté completamente seco.
Si está muy frío siempre se le puede dar un baño de agua templada para así hacer que recupere su calor pero luego si o si hay que secarlo muy bien.
A los gatos no les gusta para nada el uso del secador de pelo, en general el mal uso del secador dañará su piel así que mejor secar con toallas cerca de un calefactor o en un baño muy cerrado. Si tu gatito está muy frio colócale toallas precalentadas teniendo cuidado de no quemarlos.
Podés envolverlo y darle el calor de tu cuerpo y estimularlo con un poco de miel para equilibrar sus niveles de azúcar.
Si los inviernos se presentan muy fríos, intentaremos que el gato no duerma a ras del suelo para que tenga la menos humedad posible. Ponele dentro de su cama unas mantitas para mantener su calor cuando duermen.
Ya en zonas más frías de nuestro país, donde existe la posibilidad de nevadas, los gatos pueden sufrir quemaduras por estar muy expuestos a las bajas temperaturas, son heridas por congelación, esas heridas en general se producen en las zonas con menor pelo, orejas, patas, ano y rabo.
Este tipo de heridas son complejas de curar por si solas, por ello si o si hay que ir al veterinario para que los controle en forma general y te indique como curarlas.
Y como siempre te recordamos que todo felino tiene que tener las vacunas al día, el frío es un factor inmunodepresor y los predispone a contagiarse de cualquiera de las enfermedades felinas que pueden preverse con una simple vacunación.