Encontraste un gatito? La madre lo abandonó o sufrió un accidente? o simplemente tu gata tuvo cachorros y no sabés como cuidarlos, en este post te ayudamos a hacerlo!
Los gatitos son bastante delicados cuando son pequeños, ya que necesitan de muchos cuidados y atenciones por su fragilidad.
Dependiendo de a qué edad los tengamos, debemos ser mucho más cautelosos, siendo los primeros días los más críticos. Lo mejor es que en este
período estén con la madre el mayor tiempo posible, ya que ella se encargará mejor de su cuidado, teniendo en cuenta que al nacer no pueden ver y no es hasta los siete o diez días cuando comienzan a abrir los ojos. Como ya se ha indicado, es mejor que la madre lo cuide durante los primeros días, pero si esto no es posible y somos nosotros los que debemos alimentarlo, es aconsejable acudir al veterinario para que éste nos aconseje la leche para gatos más adecuada para él, muchas veces formulada por el mismo médico.
Esto se debe a que la leche de la vaca no tiene tantas proteínas como la de la gata, ni nutrientes como el fósforo, y aparte esa leche es demasiado
fuerte para ellos y podrían provocarles diarreas y ardores estomacales. En las primeras semanas sólo deben alimentarse de leche, pero a partir de la cuarta pueden dársele sólidos, siempre que sean alimentos especiales para gatos. Es preferible ofrecerle distintas variedades de alimentos, así se acostumbrará a todo tipo de comida y no será tan selectivo cuando sea adulto.
Es importante cuando son pequeños enseñarles a “ir al baño” debidamente. Cuando nacen no tienen la capacidad de hacer sus necesidades por
sí mismos, por lo que una vez que hayan comido, deberemos frotarles con un algodón humedecido con agua tibia para estimularles a defecar, que es lo mismo que haría su madre luego de haberlos amamantado. Cuando coman, debemos llevarlos al arepero porque al poco tiempo tendrán ganas de hacer sus necesidades. Siempre debemos llevarlos allí cuando veamos que han defecado fuera de su lugar, para que vayan entendiendo que ese es el lugar adecuado; también colocaremos sus heces allí para que relacionen los conceptos.
Un problema que suele darse con los gatitos pequeños es que son tan frágiles que necesitan una fuente de calor constante, porque su temperatura
corporal suele bajar con facilidad y esto podría conducirles a la muerte. Cuando la madre no puede proporcionarles este calor, lo mejor será colocarles al lado de una bolsa de agua caliente envuelta con toallas, y si son varios hermanos los acurrucaremos juntos en una cajita para que se den calor mutuo. Si no tenemos bolsa de agua caliente, lo mejor es colocarlos cerca de una fuente de calor, como una estufa o radiador, aun cuando sea verano, ya que hasta que no tienen unas semanas no son capaces de mantener constante su calor corporal.
Asimismo, es importante estimular sus necesidades de juego, ya que si se les reprime a temprana edad pueden sufrir depresiones y traumas
cuando sean adultos. Además, gracias a los juegos se desarrolla su capacidad perceptiva y orientativa, pudiendo utilizar cualquier objeto que tengamos en casa para este fin (cordones de zapatos viejos o pelotitas de papel).
El juego también es un indicativo de la salud del gatito, ya que si de un día para otro el animal no muestra actividad y se encuentra muy parado, siempre durmiendo, será señal de que algo anda mal.
Te recordamos que la visita al Veterinario es fundamental para saber el estado sanitario de los cachorros, la desparasitación, la alimentación adecuada y los controles Veterinarios aseguran su bienestar y su desarrollo.
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